Hematites: Historia, Origen, Composición, Virtudes, Significado y Recarga de la piedra

La hematites pertenece a la familia del corindón-hematites. La hematites es una piedra muy abundante y fácil de obtener, por lo que se utiliza en una amplia gama de productos como joyas y aleaciones. Su color metálico refleja su interior intensamente rojo; se ha utilizado ampliamente desde la noche de los tiempos por su pigmentación roja. Hoy en día, se utiliza cada vez más por sus virtudes litoterápicas.

Historia de la piedra Hematites

La piedra natural Hematites toma su etimología del latín "haematites", que significa "sangre" o "piedra de sangre".

La piedra Hematites ha sido utilizada desde la prehistoria por el Homo sapiens para crear pigmentos rojos, que más tarde se utilizaron en las pinturas rupestres.

Los egipcios utilizaban esta piedra por sus virtudes litoterápicas, pues creían que la hematites podía mejorar la circulación sanguínea y aliviar dolencias. La piedra natural no sólo se utilizaba con este fin, sino también para crear cosméticos con pigmentación roja.

Los griegos y los romanos utilizaban la piedra Hematites para tratar problemas relacionados con el bazo.

Los nativos americanos utilizaban la Hematites como piedra de conexión para mejorar sus rituales chamánicos.

Durante la Edad Media, los pigmentos de esta piedra fina se utilizaban para decorar iglesias y catedrales. Las civilizaciones también utilizaron la Hematites pulida como espejo.

Por último, esta magnífica piedra se ha convertido en uno de los principales materiales para la producción de acero y otras aleaciones. También se utiliza para otras herramientas y es muy apreciada en el mundo de la joyería.

Origen y composición de la piedra hematites

La piedra hematites es un miembro de la familia Corindón-Hematites, compuesta por óxido de hierro con la fórmula química Fe203 e inclusiones de titanio, aluminio, manganeso y agua. Su densidad varía entre 4,9 y 5,3.

La hematites se forma en vastas extensiones oceánicas oxigenadas y ricas en hierro. Pero no es la única: también puede encontrarse en zonas de alta temperatura como zonas volcánicas (rocas eruptivas) y/o zonas sedimentarias.

Su color es principalmente gris metálico y/o negro con reflejos rojizos. Desgraciadamente, las hematites de color plateado o dorado no son naturales; están recubiertas de una mezcla de cobalto para un aspecto dorado y de titanio para uno plateado.

Origen de la piedra hematites

Los yacimientos de hematites se encuentran principalmente en la isla de Elba, en Brasil, España, Estados Unidos e Inglaterra.

La dureza de la hematites oscila entre 5,5 y 6,5 en la escala de Mohs.

Virtudes y significado de la Hematites en litoterapia

La Hematites es una piedra de armonía e introspección.

La piedra natural Hematites en litoterapia

A nivel físico Hematites tiene excelentes virtudes para la sangre, ya que ayuda a regularla y purificarla, a regenerar los tejidos y, sobre todo, a mejorar la circulación. Además, se le atribuyen virtudes contra las adicciones y para atenuar la negatividad y ahuyentar las malas energías.

En el plano psíquico, la hematites armoniza el cuerpo y la mente, refuerza la confianza en uno mismo y aporta valor. También ayuda a reducir el estrés y la fatiga y, sobre todo, ayuda al usuario a tomar las riendas de su vida.

Tenga en cuenta que la litoterapia no sustituye a los tratamientos o conocimientos médicos.

Significado de la piedra Hematites

La piedra natural Hematites simboliza la vitalidad y la revitalización.

Se asocia con el chakra de la raíz para dar confianza y fuerza, y para proporcionar apoyo. La hematites también está vinculada al chakra sacro para amplificar su lado artístico y/o físico, especialmente la sangre.

La hematites está estrechamente vinculada a los signos astrológicos de Capricornio, Aries y Escorpio, y se asocia con el mes de nacimiento de marzo. Es la piedra perfecta para un aniversario de boda de 11 años.

Cuidado, purificación y recarga de la piedra Hematites

Para cuidar tu Hematites, límpiala y purifícala en agua destilada con sal durante 1-2 horas. Una vez limpia, recárgala con la luz del sol o con un racimo de cuarzo a su lado.